Daniela Ibáñez
La interconectividad como modelo a seguir

Perú y Holanda son los dos países en los que he vivido. El Perú, mi país de nacimiento, donde se encuentra la mayor parte de mi familia, también representa mi plano de acción: lo que quiero ayudar a mejorar en alcanzar el nivel de desarrollo que añoramos, aportando un grano de arena en mis opiniones públicas y mis investigaciones que difundo entre esta audiencia. Holanda ha sido el país donde elegí estudiar, donde elegí encontrarme y dar el primer intento a mi independencia. Es el país que me enseñó como puede funcionar una sociedad, las instituciones y la vida en general sin tener una serie de espasmos sociales constantes. Lo aprendí por los libros, por profesores, por amigos universitarios, por observar a la gente a la gente y conocer de parte de los holandeses que piensan sobre su sociedad.
Después de dos años volví a Holanda por unas pequeñas vacaciones, visitando a mi hermana que ahora reside en este país. Se sentía extraño pues era turista cuando antes había sido residente. Antes mi mente estaba ocupada todo el tiempo en mis exigentes estudios; ahora vine aquí para pensar sobre los siguientes pasos que quiero tomar, relajarme y tener un buen rato, y salir de la realidad caótica del Perú para verla en perspectiva.
La primera pregunta que capaz nos podemos hacer es la siguiente: ¿qué funciona en Holanda? ¿por qué funciona y cómo? ¿Es aplicable la experiencia holandesa al Perú? Esta de más decir que son realidades muy distintas, a pesar que tanto en Holanda como en el Perú la gente es bien apacible y por lo general amable, habladora, animada y trabajadora. En Holanda se percibe el orden latentemente: prospera la industria, la agro-exportación, la innovación, la educación, el turismo, la cultura, las comunicaciones y el transporte. En el Perú, podemos encontrar deficiencias en cada una de estas cosas, por lo que el factor de eficiencia encarece.
Un ejemplo de la eficiencia de este país debajo del nivel del mar es el transporte público. El factor más importante es que es fácil de navegar. Existen tres medios de transporte público muy importantes: los trenes, los tranvías o los buses y el metro en ciudades grandes. Todos están interconectados por la compañía “NS”: con adquirir una sola tarjeta recargable de este proveedor uno puede viajar por todo el país. ¿Qué genera tal eficiencia? Que el movimiento de las personas sea fácil y seguro (inclusive limpio y ordenado). Que las personas puedan transportarse al trabajo fácilmente o entre ciudades para visitar a la familia y a los amigos. Que las personas puedan descubrir cada rincón del país cuando más lo deseen. Que el país este interconectado y que hayan varias ciudades importantes. Que uno pueda, por ejemplo, vivir en Utrecht pero trabajar en Amsterdam, o que uno viva en Rotterdam y trabajar en la Haya. Todos los factores contribuyen a mejores estándares de vida, libertad de movimiento, potenciar la economía y la descentralización y por lo tanto generando más productividad y desarrollo.
Por el contrario, en el Perú carecemos de esta conectividad eficiente. Empieza por el transporte público citadino que da pasos muy lentos para mejorar, y estos días los informales extorsionan políticamente al gobierno de turno. Las ciudades no están interconectadas (es verdad, el Perú es mucho más grande), y transportarse entre ellas de manera terrestre puede inclusive representar un riesgo a la vida (en: buses cayendo de un precipicio). No hay un sistema unificado o fácil de navegar a nivel nacional y es muy costoso transportarse dentro del país para la mayoría de las personas. El país esta desconectado y se generan divisiones y fricciones, no se conoce las distintas realidades de las personas viven en zonas alejadas a la capital y por lo tanto de carece de empatía hacia las personas o comprensión hacia los fenómenos sociales. Hay menos productividad, menos desarrollo, más infelicidad.
Necesitamos unificación para disipar el caos. Para comprendernos y trabajar conjuntamente. Es un plan a largo plazo. No somos Holanda ni tenemos que serlo. Pero podemos intentar imitar las cosas que salen bien.