¿Quién te controlará?

Si el análisis del debate político se sigue basando en “izquierda y derecha”, no nos dará mucha información e incluso puede llegar a confundirnos más. El análisis se debe basar en individualismo vs colectivismo. La gran mayoría de las políticas públicas actuales son colectivistas, y se discute cómo aplicarlo. Un buen ejemplo es la discusión alrededor de género y sexualidad: la izquierda, progresista, utiliza las leyes para promoverlo. La derecha, conservadora, a su vez, para prohibirlo. Otro buen ejemplo, es la pregunta que ya todos hemos escuchado: “¿el nazismo era de izquierda o de derecha?” ¿Qué importa? El nazismo, fascismo, comunismo… diferentes regímenes colectivistas, discutiendo lo mismo y discrepando en cosas muy, muy puntuales. Para el individualismo, el individuo es un fin en sí mismo. ¿Cual es tu objetivo cómo persona? ¿Cuál es tu ética? ¿Qué puedes hacer o no? El individualismo se centrará en ti,eres íntegro en ti mismo. ¿Qué no puedes hacer? Agredir al otro. ¿Qué harás? Lo que te haga feliz, siempre y cuando no sea una agresión a terceros. Nos relacionamos a través del capitalismo, intercambiando. Cada uno pensará en su querer egoísta, pero beneficiará al otro, ya que para obtener lo que deseo y que el otro tiene, debo yo esforzarme por darle lo que quiere a cambio.

Por otro lado, para los colectivistas, no tiene sentido hablar de uno mismo sin hablar de sociedad, y tienes una deuda para con ella. La sociedad es soberana; no sólo puede sino que debe interferir en tu vida, por un bien mayor. A partir de ahí surgen diferentes teorías y filosofías que nos dirán y justificarán por qué el buscar nuestro propio interés está totalmente mal, y por qué somos seres totalmente inútiles que necesitamos que el Estado u otra organización colectivista nos diga qué hacer.

Una gran parte del debate actual entre la izquierda y la derecha se basa en cómo la nación te usará y controlará. Se ha basado en qué está autorizado el Estado a obligarnos a hacer, o no. El colectivismo ya ha sido aceptado, nadie cuestiona. Cuando miramos a la derecha y a la izquierda, un lado quiere controlar tu mente, y el otro el bolsillo, y al final, no vemos qué sucede realmente. Pero, ¿quién murió y te hizo rey para que entres a mi casa y decidas qué hago o no?