David Tejada
Reflexiones sobre el Mensaje a la Nación de Pedro Castillo

En el último mensaje presidencial, hemos presenciado un cambio significativo, tanto de tópicos como de ejes abordados. Por ejemplo, el año pasado, el mandatario prometió poner el Palacio de Gobierno a disposición del Ministerio de Cultura. Y, posteriormente, buscó renombrarlo a «Ministerio de las Culturas». Sin embargo, la revista británica The Economist, mostró que solo era discurso indigenista pues no había efectuado ningún cambio pues Pedro Castillo estaba teniendo una cómoda residencia en Casa de Pizarro. Asimismo, el Jefe de Estado había remarcado que su Gobierno era amigable con la empresa minera. Sin embargo, como lo muestra el reporte elaborado por Mayté Ciriaco, durante su primer año hubo un incremento en la paralización de proyectos mineros. Sin mencionar la gestión de su segunda Premier, Mirtha Vásquez, que intentó cerrar 04 mineras en Ayacucho arbitrariamente.
Doce meses después de dichas promesas, el presidente se encuentra en camino al primer poder del Estado para rendir cuentas a la población. Se vislumbran las lunas polarizadas en alto, no pretende dar saludos o ningún tipo de declaraciones. De la misma forma, no cuenta con aquel apoyo recibido por sectores populares o antifujimoristas. Un panorama muy lóbrego, comparado al año del Bicentenario. Con esta visita por fiestas patrias, han sido cuatro las oportunidades en las que entró al Parlamento. La primera vez fue durante su investidura; la segunda vez fue durante su defensa legítima ejercida en marzo, previo al segundo proceso de vacancia por permanente incapacidad moral; la tercera vez fue durante el recorte de las garantías constitucionales a los habitantes de Lima y Callao un 05 de abril; la cuarta es durante el balance de su primer año de gobierno.
Pedro Castillo inicia su discurso recordando la elección ganada en donde apenas se antepuso con 0,252% de los votos. Al instante, procede a confrontar a miembros de la oposición. Menciona repentinamente que los sectores “conservadores” y “oligárquicos” no permiten un desempeño óptimo en el Poder Ejecutivo. Se presume que hizo alusión indirecta a Fuerza Popular y Renovación Popular, las dos bancadas conservadoras. Este agravio hacia las fuerzas democráticas continúan cuando el Jefe de Estado menciona que ciertos medios de comunicación lo agravian sin fundamento alguno. No menciona los medios de comunicación en específico. Afirma con vehemencia que los reportes en su contra, desde Sarratea hasta la quinta investigación hecha por la Fiscalía, son falsos. A continuación, vemos a varios congresistas retirarse del hemiciclo. Mientras que otros le dan la espalda como muestra de rechazo.
Parecería haber sido un pequeño exabrupto, pues en instantes busca llegar a un discurso emotivo, basado en los lazos familiares y la honestidad. Sin embargo, no dicta ninguna estadística, estudio académico o respaldo que sustente sus proyectos. De esta forma, aún persiste que la Asamblea Constituyente es el único camino para solucionar mayor parte de los conflictos. Precisamente conflictos iniciados por incapacidad de gestión o manejo en lugar de la Carta Magna. No asume responsabilidad, no abre camino la autocrítica y no está dispuesto a tender puentes con los bloques moderados u opositores. Atribuye un logro falso de su administración, el crecimiento de 13% bajo la gestión de Francke, pero no menciona el efecto rebote que dio este estímulo. Menos menciona la subida del dólar a S/4.2 el año pasado por tropiezos suyos ante el anuncio de la estatización de Camisea en el distrito de Bagua. Al mismo tiempo, este desliz económico provocó que el monto recaudado de las empresas deudoras sean menos de las esperadas casi reduciendo gran parte de su monto por la subida de la inflación.
El presidente alude a la Guerra de Ucrania como principal factor de receso económico, la misma excusa que hace Alberto Fernández en Argentina o Pedro Sánchez en España. No obstante, no menciona la anulación de la compra de 73,529 toneladas que tuvo su gestión por tercera vez consecutiva. Menos un estímulo a la empresa privada o al galón de diésel. Estas iniciativas tuvieron que llegar desde el Congreso de la República para ser priorizadas como fue la suspensión del impuesto selectivo al consumo o la reducción de impuestos en alimentos básicos y en el sector turismo. Incluso, el receso del 2008 fue mundial y, aún en aquellas difíciles circunstancias, Perú creció. El actual rendimiento es producto de la inactividad del Poder Ejecutivo. No fue hasta el estallido en Huancayo en los primeros días de abril cuando acatan esta medida, pese a las resistencias de Graham en el MEF.
Mientras escucho su mensaje, hay otro logro que falsamente se atribuye: el ritmo de la vacunación y la adquisición de otras vacunas. Desde la renuncia de Hernando Cevallos en el Ministerio de Salud, la aceleración fue disminuyendo de manera considerable. Fue su designación de Hernán Condori el que ocasionó una ralentización y nula confianza en el sector al promover agua arracimada. Ahora existen más de un centenar de casos de viruela del mono y, el presidente, no muestra ninguna intención de invertir en vacunas.
Castillo persiste en políticas asistencialistas como mejor manera de sacar de la pobreza y cerrar brechas. Empero, no menciona el costo beneficio que este tendrá. Aumenta el gasto estatal sin mencionar el impacto en el déficit. Tampoco escucha a las instituciones empresariales, financieras o binacionales. No pronuncia los beneficios tributarios o de formalización que van a recibir aquellas empresas que se mantienen en el umbral del 76% de informalidad. PetroPerú ha evidenciado, una vez más, que la empresa pública peruana genera millones de dólares en pérdidas. Hace unos meses, se consideró como «bonos basura» sus emisiones. Solo en 10 años, generó cerca de US$14.000 millones en pérdidas. Aún con estos datos, el presidente insiste en potenciarlo. PetroPerú ha sido la empresa que más ha contaminado en la selva peruana, superando a todas las privadas.. El manejo estatal ha ocasionado una numerosa escala de perjuicios en contra del medio ambiente.
Nuevamente, Pedro Castillo atribuye otro falso logro: La Educación. Según el informe de Víctor Melgarejo, la administración de Pedro Castillo no ha ejecutado cerca del 80% de inversión pública. Sin mencionar que 86 proyectos educativos están sin ejecutarse según Diario Gestión. Solo hay 20% de avance. No falta capital, falta ejecución. El Gobierno de Castillo fue el principal responsable en retrasar la educación presencial hasta en dos oportunidades. Durand aseguraba que los jóvenes iban a volver para 2021. Luego, afirmó que iba a ser para marzo, empero, recién en agosto de 2022, se cumpliría. Aunque con limitaciones. El ministro Gallardo fue el primer censurado precisamente porque no aseguraba transparencia o meritocracia. El Fenatep y la SUTEP fueron los gremios que intentaron entrar a la contrarreforma. El presidente intentó inscribir a su organización en el padrón de partidos. No hubo garantía con la reforma política iniciada por Ollanta Humala.
El derrame de petróleo es perfectamente condenable. Sin embargo, el proceder que tuvo el presidente ha sido lento e improvisado. No tenía a un miembro de la OEFA sino hasta días después, su partido hizo uso proselitista en favor de la Asamblea Constituyente con miras a “evitar” otra catástrofe similar.
Perú no va a desarrollar su capacidad deportiva por promover los Juegos Bolivarianos o el Mundial Sub17. Se requiere de un plan integral para poder potenciar el legado de los Juegos Panamericanos, la transparencia en la FPF y la facilidad de inversión deportiva. No lo que afirma. Perú no va a garantizar el respeto hacia la mujer si el mandatario no señala las frases machistas, actos misóginos o comportamientos indebidos hechos por sus propios ministros. Ninguna autocrítica por sus dos premieres: Bellido y Valer. Ninguna por el nulo accionar de Anahí Durand y Diana Miloslavic en el MIMP que ha sido cómplice hacia serias denuncias hacia el oficialismo como la violación en un local de campaña de Perú Libre o las mujeres colgadas por rondas campesinas. Perú no va a garantizar mejor interconectividad si, en lugar de alcanzar fortalecer los aeropuertos y terrapuertos preexistentes, el presidente persiste en construir más obras sin su debido mantenimiento. Lo más alarmante, el helipuerto presidencial de Cajamarca sigue sin mención al caso. ¿Cantidad o calidad?
En la cartera del Mininter, hubo 07 diferentes ministros en solo 11 meses de Gobierno. Se retiró al penúltimo por cumplir con su labor en buscar a los prófugos de la justicia. Hay ministros que apenas duraron semanas. Según la Escuela de Gobierno de la PUCP, el presidente ha tenido 57 ministros en solo un año, sugiriendo que cada semana se cambiaba a uno. Y, a pesar de todas estas observaciones, el presidente seguía platicando.
Decidí apagar el televisor, era imposible seguir desmintiendo un discurso de 86 páginas donde se escribió mucho, pero se dijo poco. Después de todo, el Mensaje a la Nación corrobora aquello que una parte de la población temía: masivos proyectos sin mirada costo beneficio, una nula autocrítica en el desacierto, un mensaje confrontacional hacia los sectores de la oposición y medios de comunicación, pésimo.